Los palos provienen del bosque de Valsain, en Segovia, una zona caracterizada por sus pinos largos y rectos, muy prácticos para su función a bordo del Santa Eulàlia.
Los pinos se escogieron por su forma recta, y se cortaron un mes de enero, en la fase lunar de cuarto menguante, cuando la savia del árbol está más baja, para evitar así que se pudrieran.
El traslado hasta Barcelona fue muy complicado, al tratarse de piezas tan largas.
Los palos del pailebote fueron construidos por los carpinteros de Astilleros Catalunya SL, en un espacio habilitado en el muelle de España, junto al barco, siguiendo las indicaciones de los planos hechos en el museo. Una vez secados, los troncos fueron moldeados y modificados hasta convertirse en los mástiles del Santa Eulàlia, cada uno de los cuales se compone de 4 partes:
El macho, que reposa directamente sobre la quilla y sale por cubierta.
El mastelero, la continuación del macho.
La cofa, la plataforma de unión entre macho y mastelero.
El tamborete, la pieza que ayuda a reforzar esta unión.
La ubicación definitiva de los palos en la cubierta fue posible gracias al riguroso estudio de investigación seguido durante la restauración del barco.