Village de Tursac

Es en una llanura ancha al borde de Vézère que se descubre la pequeña villa de Tursac no lejos del pueblo de Eyzies de Tayac, la capital mundial de la prehistoria y de la cueva de Lascaux.
Las curvas armoniosas de Vézère dan al pueblo un carácter particular. Los meandros y los acantilados favorecieron una ocupación humana muy antigua que perduró a lo largo de los siglos.
Es un punto de partida ideal para visitar el sitio de la Madeleine, la Casa Fuerte de Reignac, fortaleza troglodítica pero también el Préhistoparc recientemente reordenado para pequeños y grandes.
La iglesia de Tursac en cuanto a ella, dedicada a la virgen Marie, fue construida en el siglo XII. Su historia permite observar el paso de una iglesia romance parroquial a una iglesia fortificada.