El culto jacobeo ha tenido en el Camino Portugués un territorio fundamental para entender la verdadera dimensión internacional del fenómeno de las peregrinaciones. Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal.
Su trazado hereda vías y caminos antiguos, como la Vía XIX (siglo I d. C.), que unía Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo, y que fue una de las calzadas romanas más importantes, pues vertebró la Gallaecia.