El arrabal se formó ya en el siglo XII —privilegio de la reina Urraca en 1112— alrededor de los molinos del río Tripes, marcándose así su impronta más característica. El carácter industrial del barrio se completaba con la presencia de las pelambreras, actividad de los curtidores de la ciudad y vía de salida de Tui hacia Baiona. El arrabal cuenta con espacios emblemáticos, como la placita junto al puente, reconstruido este en 1712, la fuente o lavadero o el antiguo matadero, edificado en 1785 por el ayuntamiento y hoy espacio cultural. Del otro lado del puente y sobre un promontorio se ubicaba en la Edad Media el cementerio judío. En el siglo XVI fue el barrio lugar de importantes propiedades de familias criptojudías y su nombre actual, A Saravia, se origina en Antonia Saravia, por la casa y granjas que poseía en este núcleo junto a otros familiares. El nombre actual del barrio, Bispo Salvado, deriva de la importante figura de fray Rosendo Salvado, con una labor polifácetica en Australia a favor de los más desfavorecidos y referente adelantado a su tiempo de los derechos universales.