
También recibe el nombre de Casota de Berdoias o Casota dos Mouros. La singularidad de este monumento megalítico reside en su estructura pétrea que no se corresponde con el clásico dolmen de cámara y corredor. La Casota es una construcción de cuatro losas colocadas a modo de caseta y trabajadas para encajar perfectamente unas con otras. Esta forma peculiar sin duda motivó su uso tradicional como refugio de pastores.
Las características del anta recuerdan a las cistas megalíticas más tardías y podrían llevar su datación hasta los inicios de la Edad del Bronce, en el segundo milenio a. C. Estos monumentos parece que funcionarían ya como enterramientos individuales y normalmente carecían de la monumentalidad de los grandes dólmenes de corredor.
En el interior de la Casota, en las piedras verticales, se aprecian de forma bastante clara varios grabados de cruces y cazoletas. El significado de estos símbolos no está claro, pero algún autor ha relacionado las cazoletas con la representación de algunas constelaciones de estrellas. Esta hipótesis es bastante discutida a día de hoy, pero sí que es seguro el vínculo de los dólmenes con algunos fenómenos astronómicos. Quizás el más evidente sea la orientación de los corredores y los accesos de la gran mayoría de los monumentos de la Europa occidental hacia el sureste en relación al orto y el ascenso del sol.
La Casota de Freáns se encuentra en la ladera este del monte Pedrouzo. En el lado contrario de esta colina, a unos 500 metros del dolmen, se localizaron en el año 200cuatro varios conjuntos de petroglifos con cazoletas, círculos concéntricos y otros motivos que quizás tuviesen relación cronológica con el anta.