
Cuando Georg y Vera Leisner llegaron a este dolmen en 1933, ya había sido dinamitado diez años antes. De hecho aún se puede observar actualmente en una de las piedras una perforación que nos habla de estos antiguos trabajos de cantería..A pesar de ello aún conserva bastante de su estructura original, como buena parte de la mámoa y de las piedras de la cámara y corredor.
Esta anta fue la única excavada por los Leisner en Galicia. La excavación, según ellos, no aportó ningún material arqueológico, pero permitió el descubrimiento de un extraordinario conjunto de pinturas. La excepcionalidad del descubrimiento no fue sólo por ser unas de las primeras en ser conocidas a nivel europeo sino principalmente porque cubrían casi en su totalidad el interior de la sepultura (cámara y corredor). Todos los diseños son geométricos, destacando las líneas onduladas en vertical y horizontal, aunque también se pueden observar algunos círculos concéntricos y triángulos.
Los motivos están pintados sobre una primera capa blanca hecha la base de caolín que cubre el interior de las piedras regularizando su superficie. Sobre esta capa se pintaron después los diferentes diseños en pintura roja y negra. Los pigmentos rojos se obtenían de arcillas ricas en óxidos de hierro y para la pintura negra se usaron carbones vegetales. Finalmente, para facilitar la adhesión de la pintura a las paredes, se mezclaban con agua y un aglutinante. Los análisis microquímicos revelaron, Según los Leisner, que en Pedra Cuberta se usó clara de huevo como aglutinante.
Hoy en día, las pinturas apenas son visibles por estar cubiertas de musgo y sedimentos pero aún presentan un relativo buen estado de conservación.