
Iglesia de planta rectangular y grandes dimensiones, con contrafuertes en los laterales y muros de sillería. A la antigua fachada se le adosó una esbelta torre y se le superpuso una portada de corte neoclásico con puerta adintelada, enmarcada por pilastras con acanaladuras y capiteles de escaso resalte con caulículos y volutas, entre ellos friso liso.
La torre es de cuatro cuerpos: el inferior, liso con pilastra en esquina y arquitrabe; el segundo, flanqueado por pilastras lisas con placas en el tercero y cuarto superior, rematadas en arquitrabes; el tercero, con balconada alrededor y cuatro arcos con banda en la mitad; y el cuarto, con balconada menor y cuatro arcos más bajos que el superior. Finaliza con cúpula de piedra con resaltes en la superficie y cruz de hierro.
A la iglesia se le añade una casa rectoral con planta en L y galería en el alzado oeste. El conjunto, formado por la casa rectoral y el cementerio, se localiza en un lugar alto y dominante con vistas a la ribera del río Miño.