Roble

En esta senda puedes conocer una de las especies de árboles más emblemáticas de Galicia: el roble (Quercus robur). Este árbol, que se distribuye por gran parte de Europa, Asia y el norte de África es una de las especies más características del bosque Atlántico. A su sombra se han tejido muchas historias.

Se distingue fácilmente por sus hojas, que tienen un peciolo muy corto y bordes profundamente lobulados y con estos lóbulos desiguales y redondeados. Además, estas hojas son lampiñas (sin pelos). Sus frutos son bellotas y cuelgan de las ramas sobre un largo pedúnculo. ¡Quédate con estas características, porque te servirán para ser botánico e identificar fácilmente este bonito árbol!

A lo largo del sendero podrás ver que en muchos robles aparecen unas excrecencias esféricas que parecen frutos. ¡No lo son! Son agallas, una estructura esférica de tipo tumoral, producida por el propio árbol como reacción de defensa frente a los huevos que ponen unas pequeñas avispas bajo la corteza. Pero esta estructura de defensa creada por el árbol sirve de refugio y alimento a las larvas de las avispas. En su interior se protegen de condiciones ambientales adversas y además crecen absorbiendo los tejidos nutritivos del interior.

El sistema reproductivo de esta planta es peculiar. ¡Merece la pena entenderlo! Los gametos masculinos y femeninos se producen en el mismo árbol, pero en flores distintas y separadas, porque la especie es monoica. Los frutos de este árbol se producen mediante la polinización por el viento: cuando los gametos masculinos son transportados por el viento hasta una flor femenina, fecundan el óvulo y esta flor fecundada se transforma en una bellota.