En este patio interior del castillo tenía lugar la ceremonia más importante para garantizar el funcionamiento de la sociedad feudal: el juramento de fidelidad y vasallaje. Este era el espacio elegido por los señores del castillo (Mariño, Trastámara y Moscoso) para hacer entrega de la administración del castillo y las propiedades que formaban parte del feudo a un hombre libre, en este caso un alcaide o merino. El mecanismo para formalizar la relación entre ambos, a modo de contrato mutuo, era el juramento de vasallaje. El incumplimiento de este acuerdo por parte del vasallo sería considerado como felonía, traición, y podía pagarse con la vida.
Desde este lugar podemos acceder a las diferentes estancias de la fortaleza con una superficie intramuros de 805 m², y de 1489 m² incluyendo el paseo exterior. En los edificios residenciales situados en la parte norte del castillo, encontraremos la antigua cocina, salón, caballeriza y cubierto, que hoy en día han sido modificadas para acoger la muestra de artesanía “en vivo”. Podemos subir al paseo de las murallas (el adarve) y recorrer las cuatro torres. En especial recomendamos la visita a la torre este, ya que posee una exposición de la Historia del Castillo y de la Costa da Morte.
Este patio de armas esconde un secreto en su parte central con la presencia de los pilares de la primitiva torre del homenaje, anterior al siglo XIII, que aparecieron en el proceso de limpieza y restauración de la fortificación, en la década de los 80, por parte de la Diputación de A Coruña. Estos hallazgos impulsaron una excavación arqueológica en área, en la que se encontraron nuevas estructuras anteriores dejando en la parte Este del patio un pequeño espacio rectangular restaurado.