L'Ermitage

La cueva de la ermita data del Neolítico y la capilla románica de Notre-Dame de Laval data del siglo XII.
Ocupada a lo largo del tiempo por diferentes pueblos y asociada a diversos misterios, ritos y creencias.
El cristianismo se practicó aquí por primera vez cuando San Veredemo ocupó el lugar en el siglo VII. Había nacido la ermita.

El cristianismo dejó su impronta en el lugar al consagrarlo y construir la ermita en el siglo XII.

Los ermitaños la ocuparon sucesiva y alternativamente, y se escondieron allí durante la revolución.

En el siglo XX, todavía muy impregnadas de religión, las procesiones eran muy populares para alejar las desgracias de la guerra y las enfermedades, o para pedir lluvia y buenas cosechas; más recientemente, durante y después de los tiempos difíciles de la Segunda Guerra Mundial.

Con la desaparición de las procesiones, el lugar cayó en desuso, arruinándose más o menos tanto él como sus alrededores. Sin embargo, las obras de renovación permitieron salvar el lugar.
Hoy en día, aunque el aspecto religioso se ha desvanecido, la solemnidad y la armonía permanecen, generando un turismo confidencial pero de calidad y totalmente respetuoso con el lugar.