



Fundada en el siglo XII, la abadía de Belleperche (Bella Pertica) fue uno de los monasterios cistercienses más ricos del sur de Francia. En su apogeo llegó a tener hasta 80 monjes, y numerosos graneros y granjas garantizaban su prosperidad. Sufrió graves daños durante las Guerras de Religión, pero se recuperó a finales del siglo XVI. Tras la Revolución, la abadía pasó a ser propiedad privada y fue parcialmente demolida. Desde 1983 pertenece al Departamento de Tarn-et-Garonne. En la actualidad, sus fachadas, magníficamente restauradas, se asoman al río Garona y albergan las colecciones del Museo de Artes de la Mesa, así como numerosos eventos. Una visita obligada.