La ciudad de A Coruña sería la Brigantium de los romanos, un importante enclave estratégico en la ruta marítima hacia el norte de Europa, algo así como un puerto de recalada, y de ahí la construcción de su faro. Igualmente, sin ser una capital administrativa, sería un lugar de prestación de servicios y un centro comercial importante desde el que abastecer un amplio territorio circundante. De ahí también, la estratégica situación de este puente al fondo de la ría por donde pasaría la vía XX que, desde Caldas de Reis (en el camino portugués), se dirigía a Lucus Augusti (Lugo), pasando por Brandomil, Carballo y por O Burgo, desde donde se dirigía hacia el interior de Galicia.
El puente de O Burgo tiene un origen romano, pero con numerosas reformas desde la Edad Media por motivo de su estado, debido tanto a causas naturales como a la acción humana. Así fue destruido por las tropas inglesas, comandadas por sir John Moore, cuando en 1809 se dirigían hacia el puerto de A Coruña perseguidas por el ejército francés. Todas estas actuaciones posteriores han borrado la posible huella romana.