Si continuamos caminando por la avenida que acabamos de cruzar nos encontraremos con el antiguo edificio de un molino de mareas, ahora restaurado y convertido en un centro cultural y en Museo dos Muíños.
Un molino de mareas es aquel que aprovecha la fuerza derivada de la subida y bajada de las aguas marinas, por eso se sitúan en lugares de fuerte contraste mareal. En las costas gallegas hay catalogados 14, algunos restaurados y musealizados. Este es el más antiguo de Galicia, teniendo noticias de su existencia gracias a una donación del rey Fernando II al monasterio de Sobrado dos Monxes en 1186. Fue reconstruido en el siglo XVI, pero a finales del siglo XX estaba abandonado.
Ahora, restaurado, podemos ver un conjunto de varias edificaciones que correspondían a la vivienda, molino y dependencias anejas. Cuenta con cuatro muelas, pero solo una funcionaba realmente con agua de mar. La presa se vio muy reducida por la construcción de la carretera y de la vía del tren y su entorno muy afectado por el crecimiento urbano. Estaba en la desembocadura del río da Trabe, por lo que también aprovechaba las aguas de este.