LA LEYENDA DEL CRISTO DA CADEA

En la iglesia parroquial de Santa María de Neda se encuentra la imagen de un Cristo, conocido como el Cristo da Cadea por tener una cadena alrededor del cuerpo que lo sujeta a la cruz.

Esta imagen llegaría a Ferrol en un barco procedente de Inglaterra en 1550 y sería comprada por el párroco de Neda, colocándola luego en el templo. En el barco vendrían otras imágenes que irían para la catedral de Mondoñedo o para Viveiro.

La leyenda cuenta que la imagen del Cristo llegó por mar y los vecinos la colocaron en el altar, pero esta volvía al mar una y otra vez, por lo que decidieron atarla con una cadena, de ahí su popular nombre. Que las imágenes religiosas llegaron por mar es un tema recurrente en  varios puntos de la costa gallega, algunas cronológicamente del mismo período que el Cristo da Cadea; también es recurrente el tema de que las imágenes quieran volver al lugar donde han aparecido, pero no que las encadenen para que se queden.

La imagen del crucificado es de madera policromada y está colocada en un magnífico retablo barroco. La anatomía del Cristo y el paño que lo cubre muestran ciertos paralelismos de la miniatura y los marfiles ingleses. Sin embargo no se puede afirmar a ciencia cierta que su procedencia sea inglesa. Si que su estilo no entra en el canon de lo local y lo español de la época, mostrando influencias que lo colocan en una estética internacional.