Antes de abandonar el territorio de Narón, y junto al puente de Xuvia, el peregrino deja a su izquierda uno de los árboles más singulares de la comarca de Ferrol. Popularmente es conocido como Magnolio de la Reina. Está al lado de la carretera, cerca del puente y frente a la última casa de este núcleo. Este es un ejemplar centenario, hay quien dice que tiene más de cien años, otros que pasa de los trescientos, y es de grandes dimensiones. Según la tradición oral procede de las islas Filipinas y sería traído por algún marinero local.
Los magnolios son árboles presentes en muchos jardines porque sus flores son muy vistosas y olorosas.
Al otro lado de la carretera se encuentra una pequeña plaza con una fuente. Desde aquí se accede a un paseo por el margen derecho del río Xuvia, paseo bordeado de magnolios, aunque más jóvenes que el Magnolio de la Reina. Este paseo empieza junto al edificio del molino, conocido como Molino de Xuvia o Real Fábrica de Harinas, de grandes dimensiones y construido en 1775 por una sociedad de dos socios franceses; tenía cuatro muelas. Fue también fábrica de papel y de tejidos.
De vuelta a la carretera el peregrino debe cruzar el puente de Xuvia para seguir el camino. Este puente tiene un origen medieval y se piensa que la primera construcción era de madera. La imagen actual se debe a las reformas que se le hicieron en el año 1831.