Casa del viticultor en Beaumont

La casa del viticultor es el testimonio de una actividad antaño próspera en Beaumont y en todas las laderas de Limagne: la viticultura. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, evolucionó para reflejar el éxito económico y social del viticultor.
La casa del viticultor es testigo de una actividad próspera en Beaumont y en todas las laderas de Limagne desde la Edad Media hasta el siglo XIX: la viticultura. Documentos de los siglos XIV al XVIII atestiguan su importancia en Beaumont. En 1545, la abadía de Saint-Pierre contaba con diez grandes cubas en sus bodegas y, en 1792, su propiedad incluía 15 hectáreas de viñedos. En 1831, los viñedos de Beaumont cubrían 263 hectáreas de 3910 parcelas. Tras un periodo de apogeo, los viñedos de Beaumont fueron completamente destruidos por la filoxera entre 1890 y 1895.

En 19 municipios de la metrópoli se observan dos tipos de casas de viticultores. La primera es la casa tradicional del viticultor en el centro de la ciudad. Esta casa, de construcción muy compacta, combina vivienda y trabajo, con una bodega subterránea para almacenar el vino, una sala de cubas para el prensado y la fermentación del vino en la planta baja, una única habitación utilizada como vivienda en el primer piso, accesible por una escalera exterior, y un desván bajo el tejado.

El segundo tipo de casa se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX, en pleno auge de la viticultura. Ahora son más imponentes y suelen añadir un piso más de espacio habitable. Utilizan la piedra volcánica para los marcos de puertas y ventanas, las zancas, las cornisas y los remates, y presentan balcones con rejas de hierro o de fundición. También se asocian a patios y edificios técnicos, lo que indica una cierta "profesionalización" de los locales, orientados hacia la producción exclusiva e importante de vino.