Comencemos por decir que en este pazo vivió la segunda mujer que ingresó en la Real Academia de la Lengua Española, la santanderina Elena Quiroga, hija del gallego y conde de San Martín de Quiroga. Criada en Galicia y con una literatura de fuerte arraigo en esta tierra, ganó el premio Nadal con la obra Viento del Norte. Precisamente su discurso de ingreso versó sobre Cunqueiro.
El pazo, que empezó a construirse en el siglo XVI, estuvo destinado inicialmente a Juan de Cea, abad de Nigrán en aquellos tiempos. El edificio soportó numerosas modificaciones hasta el siglo XIX, entre ellas la del magnífico portalón principal. La fachada de entrada ofrece un equilibrado y muy atractivo conjunto entre la escalinata, un pequeño patio exterior y una hermosa balaustrada que soporta cuatro columnas sobre las que cae la cubierta del edificio.
El complejo fue ganando elementos con el tiempo, como la fuente blasonada de 1841. Según los expertos, lo más destacable de la propiedad es el portalón de estilo barroco, obra de 1813 elaborada con pilastras alrededor de una magnífica puerta enmarcada en molduras. Acaba la pieza con un copete y cinco pináculos, además de tres escudos de armas.