La mámoa y el petroglifo de As Requeixadas ocupan un espacio común, un espacio físico pero también un espacio en el campo de la Antropología y la Paleontología. De entrada, se confirma la intensa actividad humana que se desarrolló en el Noroeste de la Península escapando de los fríos del Norte europeo hace 4.000 y 6.000 años. No sabemos si por esos montes paso nuestra especie hermana, la Neandertal, que desapareció hace 40.000 años y mantuvo su último hogar en el Atlántico peninsular. Lo que sí sabemos es que el sapiens sapiens se estableció de manera fija en Galicia, con una inmensidad de aldeas castreñas repartidas por el territorio, y dejó huellas de su necesidad de expresarse simbólicamente con petroglifos como éste de As Requeixadas, de unos seis metros cuadrados y con 18 diseños circulares concéntricos tallados en la piedra.
Recomendamos, como siempre, observar estos relieves en la piedra con una luz inclinada, a primera o a última hora del día.