Légende 'La plaine des filles'

El día de San Juan, cuatro jóvenes de Bonges y Chez-Bouchet volvían de misa en Lamazière-Haute. Al llegar a un pequeño llano que cruza la carretera de Eygurande a Châteauvert, tuvieron la idea de bailar una ronda. Nada más empezar, un joven desconocido les pidió que se unieran al baile. Cuando se negaron, se alejó y les lanzó un hechizo. A partir de ese momento, el baile adquirió un ritmo vertiginoso y, a pesar de que sus padres fueron a buscarlos, siguieron bailando hasta el amanecer. En ese momento, el hechizo del Espíritu Maligno se rompió y, exhaustos, pudieron por fin regresar a sus hogares. Desde entonces, la llanura se conoce como la Plaine des Filles, y cuando una joven de Bonges o Chez-Bouchet se casa, la comitiva nupcial, haga el tiempo que haga, se detiene a bailar una ronde, una bourrée o una montagne