
“La monumental ciudad de Compostela, la Roma de Occidente, verá con júbilo lucir el ansiado día en que la locomotora le acerque a uno de los mejores puertos de este antiguo Reino. Al esfuerzo de sus mejores hijos debe este acontecimiento e invita a Galicia entera para que venga a asociarse al regocijo que tributa gratitud a estas eminencias y celebra tal suceso.”
El bando del ayuntamiento de Santiago de Compostela anunciaba el gran evento. Aunque, realmente, iban a celebrar la fiesta al ayuntamiento vecino, porque la estación estaba en Cornes, en el municipio de Conxo. Algo de lo que se quejó la corporación municipal, aunque anunciaba que pronto llegaría el momento de tener una estación más próxima a la ciudad.
Críticas aparte, era un día histórico. El 15 de septiembre de 1873, repicaban las campanas, explotaban las bombas de palenque, los balcones se engalanaban con paños de colores, sonaba la música de la banda municipal y la de los artilleros... Un globo aerostático sobrevolaba el público dejando caer pañuelos estampados con una locomotora de vapor y la reivindicación de ser el “Primero en Galicia.”
En la estación había cuatro locomotoras preparadas: la Montero Ríos, la Coruña, la Santiago y la Jerez (que después se llamaría Pontevedra). Sí, el presidente de la compañía, Eugenio Montero Ríos, tuvo el honor de prestar nombre a una de estas pioneras locomotoras.
En la ilustración que estás viendo, se recoge el momento justo de la salida. Eran las doce menos cuarto del mediodía, cuando el padre Palacios de la catedral compostelana, bendecía el momento desde un altar montado para la ocasión. El vapor inunda la escena, ante multitud de curiosos que se acercan para asistir al espectáculo.
Dos locomotoras, la Montero Ríos y la Jerez, en el primer viaje inaugural. Unas 1.500 personas participaron de este hecho histórico, y las autoridades recibían saludos con expectación a lo largo de todo el recorrido hasta O Carril, donde son recibidas por las autoridades del ayuntamiento arousano.
Más de una década después, por fin llega el tren a Galicia.