
El pueblo fue construido como bastida hacia finales del siglo XIII y fortificado durante el siglo XIV. Merece la pena visitar: la plaza Marcadieu con sus casas del siglo XVIII, la Tour de l'Horloge, el Chemin des Hautes Promenades con sus vistas a la cordillera de los Pirineos, la iglesia de estilo gótico y su flamante portal...