Salies-de-Béarn, la cité du sel

En Béarn, esta pequeña ciudad debe su fama a la sal, que ha influido mucho en el curso de su historia. Se dice que la ciudad fue fundada por un jabalí que fue descubierto cerca de un manantial con las cerdas cubiertas de cristales de sal. Desde entonces, Salies-de-Béarn vela por su tesoro: una fuente inagotable de agua salada que proporciona forma física y bienestar, y que aún hoy es propiedad de cerca de 500 salisienses llamados Part-Prenants.
Dos distritos se suceden. La más antigua, como la concha de un caracol, se envuelve alrededor del manantial salado. Podrá descubrir fácilmente hermosas casas típicas de los siglos XVII y XVIII, estrechas calles llenas de flores, con, en el recodo de una de ellas, el Museo de la Sal y las Tradiciones del Bearn. A pocos pasos, el barrio termal ofrece un aspecto completamente distinto. Es una inmersión en la Belle Époque con las termas de estilo mor