Iglesia de Cercier

La iglesia está encaramada en lo alto del pueblo, todo el edificio es muy sencillo pero de gran calidad. El porche añadido es totalmente de madera y protege una puerta magníficamente tallada (Antiguo Testamento).
La historia de la iglesia es difícil de definir, pero se supone que la antigua iglesia parroquial de Cercier fue destruida durante la invasión del Ducado de Saboya por los berneses (hacia 1536).

El interior de la iglesia es muy armonioso gracias a la unidad de la nave y el coro (el coro data del siglo XV (hacia 1460), mientras que la nave y sobre todo las 2 últimas crujías son más recientes).

Los 28 paneles tallados en roble macizo representan escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

El altar, también de roble macizo, está tallado y representa la Última Cena.

Durante la primera restauración (poco antes de 1950) se redescubrió una ventana gótica que ocupa el centro de la fachada, al fondo del coro, pero está incompleta.

Un púlpito, situado al mismo nivel que la entrada al coro, con esculturas de los 4 Evangelistas y los símbolos eucarísticos del pan y el vino.

Alrededor de la nave, un Vía Crucis, compuesto por 14 paneles tallados en madera.

En una pequeña capilla lateral se encuentra el baptisterio. Cerca, descansando en un nicho, se encuentra la estatua de roble macizo de la Virgen María, patrona de la parroquia, que lleva al niño Jesús en brazos.

Las vidrieras son modestas, consisten en sencillas celosías de madera que enmarcan pequeños cuadrados de vidrio amarillento, dando a la iglesia interior un aire monástico.