
Esta puerta es el lugar que utilizaban los obreros que en 1749 llegaron a Ferrol para acceder a los Reales Astilleros que ordenó levantar el Marqués de la Ensenada y es el único elemento que permanece en pie del conocido como Cuadro de Esteiro
Para ordenar todo ese volumen de mano de obra, también llamada maestranza, se idearon diversas soluciones urbanísticas previas a la conformación del barrio de Esteiro. Una de ellas fue la conocida como el Cuadro de Esteiro, una estructura urbana que sigue el esquema de las plazas de armas en la que se levantaron varios pabellones y cuarteles para los obreros, creando entre ellos un patio central, y que por tanto tenía esa forma de cuadro o cuadrado.
La puerta que hoy se conserva es el lugar por el que se accedía al astillero desde el interior de este cuadro. En 1857 se modifica la portada adoptando la imagen actual, con un arco segmentado apoyado en pilastras sobre el que se levantan otros dos cuerpos que rematan con un escudo real. La antigua portada constaba también de una espadaña y una campana, instrumento utilizado para organizar y llamar al trabajo a los obreros. Los muros laterales que flanquean la portada son restos de los edificios que formaban el cuadro y que servirían de alojamiento a los trabajadores.