
En el lugar que ahora se levanta esta iglesia estuvo el monasterio benedictino -los monjes negros- de Santa Marina de Tosto, que llegó a reconstruirse dos veces. Está considerado uno de los focos más antiguos de cristianización de estas tierras. La situación en este lugar retirado pudo estar relacionada con la cristianización de algún culto pagano, a un elemento natural o a la fertilidad ya que Santa Marina fue una legendaria mártir de Antioquía que simbolizaba los cultos a las aguas y favorecía a cosechas.
Las vistas de la costa desde aquí son espectaculares e incluso puedes identificar el cabo Roncudo, en el municipio de Ponteceso.
Estamos detrás del Monte Branco y desde aquí puedes continuar el camino hacia el arenal de Trece -si no es que vienes de allí- para ver este cautivador lugar y la duna rampante más alta en el norte de España (150 m).
La panorámica de la duna desde arriba es impresionante. La arena parece oro!
¡Pero ojo, no te adentres demasiado ni bajes por aquí hacia la playa porque es un paraje protegido incluido en la Red Natura 2000!
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