Aquí, junto a los “Bajos de Baldaio” encuentras una bajada a la playa. Pero, ¿conoces lo que existe a su alrededor?
Tienes una barrera de dunas de 3 kilómetros, que es la que une Razo con Baldaio, unas formaciones geológicas milenarias. Fruto también de esta acción del viento, la sal, los diferentes hábitats, y por supuesto los años, se formó una marisma con estrechas zonas de vegetación que forman canales por los que entra el agua cuando sube la marea.
Este enclave fue protagonista involuntario de una ardua lucha por recuperar un espacio con un paisaje destruido, que legítimamente pertenecía a los vecinos de la zona y que les permitía subsistir gracias al marisqueo. Manifestaciones ciudadanas y duras represiones dieron fruto a la devolución de la laguna al pueblo en la década de 1990.
En la laguna, las mariscadoras continúan faenando hoy en día. Mira el vídeo que te explica cómo es la labor de marisqueo y escucha el audio que te cuenta cómo se formó este espacio.