Colegiata de Saint-Martin de Champeaux

El edificio religioso más bello de la región de Brie, la Colegiata de Saint-Martin de Champeaux, es el único vestigio de un colegio (comunidad) de canónigos que albergaba un famoso centro de estudios teológicos y de canto.
La Colegiata de Saint-Martin de Champeaux, declarada Monumento Histórico en 1940, es una iglesia grande y hermosa construida entre mediados del siglo XII y principios del XIV.
Era la iglesia de un Capítulo de canónigos, también conocido como Collège, de ahí su nombre de colegiata. Había una escuela de canto que formaba a cantantes para las comunidades de toda la región en esta acústica excepcional.
La prosperidad de los canónigos permitió la construcción de una iglesia de notables cualidades arquitectónicas. Mide 69,55 m de largo, 24,20 m de ancho, 15,30 m de altura en la nave y tiene un campanario de casi 30 m de altura. Las partes más antiguas del edificio, como el crucero, datan de mediados del siglo XII, mientras que el resto de la iglesia ilustra las principales etapas de la arquitectura gótica radiante.
Terminada a principios del siglo XIV, la iglesia ha sobrevivido casi intacta, enriquecida en el Renacimiento por una buena colección de vidrieras y una hermosa sillería de coro, y en el siglo XVIII por un gran retablo de madera tallada.

La arquitectura, de estilo gótico primitivo bastante sencillo, se enriquece sin embargo con esculturas: un gran número de capiteles tallados con motivos vegetales, y diversas figuras y monstruos repartidos por el coro y el crucero. La Colegiata contiene la mayor colección de lápidas del siglo XIV de la región.

En 1946, dado el estado de deterioro en que se encontraba el monumento, se fundó la Asociación de Amigos de la Colegiata para ayudar al municipio a conservar y promover este patrimonio.

La Colegiata alberga varios objetos protegidos como Monumentos Históricos, entre ellos estatuas del siglo XVI, un tabernáculo del siglo XVII, un águila-lutrin del siglo XVIII, un prie-Dieu del siglo XIX y un taburete de cantor.

El famoso escultor Rodin quedó fascinado por este bello monumento, al que volvía a menudo. Realizó dibujos arquitectónicos de la Colegiata, cuyas reproducciones se exponen aquí.

Desde 1983, la Asociación Guillaume de Champeaux organiza conciertos, exposiciones y visitas guiadas a la Colegiata.