El dolmen de A Pedra Moura es uno de los más grandes de Galicia. A su alrededor se mezclan la leyenda y la historia, que nacen de las explicaciones bien dispares que a su origen le dio la tradición popular y el saber académico.
La leyenda nos dice que las grandes piedras que lo conforman (siete en origen) fueron acarreadas desde el Petón de Calvelo por una "moura" ─personaje mitológico característico de la tradición oral gallega─, mientras hilaba y amamantaba a una criatura.
La historia sitúa su construcción entre el 3.500 y el 2.700 a. Cr. En esta que fue época de apogeo de la cultura megalítica, los dólmenes eran monumentos funerarios, probablemente empleados para enterramientos colectivos. Algunos de ellos, como es el caso del de A Pedra Moura, contaban con un pasillo orientado normalmente hacia el este, en el caso de A Pedra Moura, hacia el al lugar donde nacía el sol en los equinoccios de otoño y de primavera, esos dos momentos del año en el que los noches y los días son de igual duración.