El Anllóns vertebra Carballo y dibuja, a su paso, el perfil más hermoso del pueblo. Sus márgenes, recuperados hace unos años, constituyen uno de los lugares preferidos de las carballesas y carballeses para el paseo y el ocio.
El sendero urbano del Anllóns tiene alrededor de tres kilómetros de uno a otro extremo, desde el molino de O Quinto hasta la parroquia de Bértoa. Si lo recorres, encontrarás, al lado del río, los dos parques urbanos más importantes del pueblo, el del Anllóns y el del San Martiño, y un hermoso bosque, el de O Añón, donde se mezclan los robles con la vegetación de ribera.
El Bosque de O Añón es escenario, al final de las celebraciones de San Juan, de la Fiesta del Bosque. Ese día el almuerzo y los festejos se trasladan al lado del río, evocando romerías de antaño, cuando el Anllóns era el espacio preferido de las gentes de Carballo para el ocio en verano.