El Teatro Real de Namur es una de las últimas y más hermosos salas de Europa que siguen el patrón italiano (siglo XIX). Tras un incendio, fue reconstruido en 1863 con piedra arenisca, un material escaso en Namur. Su hermosa fachada, declinada sobre tres niveles, alberga en el segundo las estatuas que representan la Música y la Comedia.
Completamente restaurado en 1998 por el arquitecto Lanotte, cuenta con las técnicas modernas de escenario más sofisticadas. La gran sala, profusamente adornada con terciopelo azul, gris y color oro, se despliega bajo una brillante lámpara de araña. Desde diciembre de 1999, el fresco «Teatro», del pinto francés Garouste, adorna el techo del vestíbulo.
La calidad y diversidad de su programación lo convierten en uno de los teatros más concurridos de la federación Valonia-Bruselas.