Al amparo del Monte Corsé y sobre unas rocas, en el extremo norte de la villa de Muxía, se sitúa la iglesia parroquial de Santa María de Muxía.
Hasta la fecha, las primeras referencias a Muxía aluden a la iglesia de Santa María en el año 1176, recogidas en el Códice de Sobrado dos Monxes. En este documento, firmado en Salamanca, Fernando II, rey de Galicia y de León, le concede los derechos sobre Muxía (Portum de Mogia) al abad del monasterio de Sobrado.