Village de Lamarque

El pueblo de Lamarque, construido en gran parte en el siglo XIX, se caracteriza por una gran homogeneidad arquitectónica. La iglesia de Saint-Seurin, construida entre 1837 y 1838, tiene una magnífica decoración pintada y su campanario con cúpula panorámica es uno de los atractivos del pueblo. En el centro del pueblo se encuentran la plaza Gambetta y su monumento a la guerra, el ayuntamiento, la oficina de correos, el presbiterio y las principales tiendas. La mayoría de las casas datan de la segunda mitad del siglo XIX y tienen fachadas muy armoniosas. El castillo de Lamarque, alejado del pueblo, data del siglo XII. Remodelado en el siglo XVIII y rodeado de un hermoso parque, se convirtió en una importante propiedad vinícola. En el pueblo se encuentran varias fincas vinícolas, que se pueden ver desde las bodegas, lo que le da un carácter muy especial.