Construido por la Compagnie Générale de Navigation en la década de 1880, los almacenes albergan una vivienda, talleres de reparación de barcos, talleres de herrería, oficinas para empresas fluviales y tiendas. Ahora privados, los edificios pertenecen al inventario general del patrimonio cultural y son una prueba concreta del auge que experimentó la ciudad con la construcción del Canal Saint-Louis.