
La Praza da Fariña constituye uno de los principales espacios públicos de la ciudad vieja. Su nombre se debe a que en este lugar se desarrollaba tradicionalmente uno de los mercados más importantes, donde se realizaba la venta de grano. También aquí se realizaban los festejos y eventos más relevantes.
En 1896 cambió su denominación por la de plaza de Azcárraga, en homenaje al Ministro de la Guerra que devolvió a A Coruña la Capitanía General. Ese mismo mismo año, el arquitecto municipal Pedro Mariño, realizó una reestructuración completa del espacio diseñando cuatro avenidas pavimentadas, que delimitan otros tantos parterres cubiertos de vegetación diversa como falsos plátanos, magnolios o palmeras.
Se trata de un rincón idóneo para el paseo y el recreo, en cuyo centro se sitúa la fuente del Deseo, una estructura metálica fundida a finales del siglo XIX en los talleres Dumgem de París. Consta de cuatro caños y está coronada por la figura estilizada de un mujer sosteniendo una antorcha, que simboliza el deseo. Fue, durante mucho tiempo, uno de los principales surtidores de la ciudad y abastecía de agua a vecinos, acuartelamientos, hospitales y presidio. Todavía conserva los asientos metálicos para apoyar las sellas bajo los caños.