Croix du cimetière et croix monumentale

Junto a la iglesia, el auratorio-auvento alberga una de las cruces más bellas de Corrèze. Es de piedra caliza y conserva restos de policromía. En el anverso, aparece Cristo crucificado entre la Virgen María y San Juan. A sus pies, dos ángeles arrodillados sostienen un escudo, cuyas armas lamentablemente se han borrado. En el reverso, la Virgen con el Niño coronado se encuentra entre dos santos: un obispo y San Antonio abad, acompañado de su cerdo. Los extremos de la cruz están delicadamente decorados con flores.
En la entrada noroeste del pueblo hay otra cruz muy original. Se trata de una estela muy arcaica, difícil de datar. A ambos lados hay un Cristo crucificado rodeado de dos figuras. El sol y la luna están representados a ambos lados de la cabeza de Cristo.