Hay misterios imposibles de resolver. La mayoría de los hitos del Camino tienen origen secular y religioso, o al menos mágico, y se fueron convirtiendo en rituales gracias a la fe de los peregrinos. Pero hay algunos de origen moderno, como la Cruz del monte Pozo da Area, de varios metros de altura, mitad madera y mitad monedas que los caminantes han ido incrustando en el último medio siglo, sin que nadie sepa porqué, haciendo de ella el altar con las mejores vistas de la comarca