Las piedras no cumplen años. Las que engendran el templo de Santa María La Real do Cebreiro, santuario declarado de protección real, han cumplido ya 12 siglos. Es el monumento más antiguo del Camino que ha podido conservarse casi íntegramente. Miles de peregrinos desorientados pudieron escapar de las nieves y la niebla gracias a sus campanas, testigos mientras tañían de milagros medievales y leyendas sobre el Santo Grial.