[Paseo] Los caminos del Fauvismo

Esta visita, llena de anécdotas de Colliure, les encantará. Una visita luminosa, rica de descubrimientos

Fue el 16 de mayo de 1905 que Matisse llegó a Collioure, bajó del tren y dejó las maletas, las cajas y los colores a la única posada del pueblo en la avenida de la gare de Dame Rosette.
 Matisse empieza a explorar este pueblo, enclavado entre el mar y las montañas, y pensó en su amigo Paul Signac, el cual vino en 1888 y pintó varios lugares.
 Colliure es, a primera vista, una montaña de viñedos trabajada en escala de pequeños balcones, con muros de piedra seca, con olivos e higueras.
Colliure es un pueblo pequeño entre el campanario y el castillo, oraciones y batallas, fruto de la historia milenaria. Se trata de un vínculo íntimo entre el mar y la tierra, de un fuerte abrazo que cortó las rocas y creó las calas donde el color se amarra y se balancea, en la madera de las barcas catalanas. Esta primera mirada se convierte en esencial.
 Matisse abandona gradualmente el puntillismo, por la emoción que siente. Ante este potencial creativo, invita a André Derain a reencontrarlo.
Para este hombre del norte, Collioure es un choque luminoso. Los dos pintores comparten un vínculo común y buscan un mundo nuevo para pintar. Juntos se dedican a sus presentaciones pictóricas.
Los artistas se encuentran cara a cara con Collioure y trabajan intensamente al aire libre, recorriendo el pueblo para captar todas las variaciones, para estar lo más cerca posible de la emoción.
 Este paseo les invita a descubrir 9 obras paseando por las calles de Colliure, o bien, siguiendo una visita comentada. Para descubrir las pinturas al vídeo haga clic aquí.

- Henri Matisse, Colliure, 1905
- André Derain, Le Faubourg de Colliure
- Henri Matisse, Barcas a Colliure, 1905
- André Derain, El faro de Colliure, 1905
- Henri Matisse, Colliure, 1905
- Barques de pescadores Colliure, 1905
- Henri Matisse, La Moulade, 1905
– Los tejados de Colliure, 1905

- Cotlliure, el pueblo y el mar, 1905