Rochers de Servières

Un circuito marcado por el agua y el granito: tras descubrir el lago de Servières (primera presa del Vienne) y atravesar el pueblo del mismo nombre, el paseo le lleva a las rocas de Servières. La erosión ha esculpido estos extraños bloques de granito, donde el río Vienne desemboca en las gargantas. A continuación, se sigue una calzada romana a lo largo del lago y se sube al bosque estatal de Chamboux. A la vuelta, podrá admirar los puentes de Vinzannet, el molino de Luguet, la turbera de Rebière Nègre y, finalmente, la cruz de Mouton.