Las fortalezas de la Bastille y del Saint-Eynard

La Fortaleza de la Bastille, accesible con las famosas "bulas", es el lugar turístico que no debería dejar pasar en Isère. Se puede encontrar allí espacios fortificados, el museo de las Tropas de Montañas, el Centro de Arte Contemporáneo, el recorrido "Acrobastille", restaurantes y un panórama increible.Gran atracción turística de la región, este fuerte militar del siglo XIX recibe cada año a más de 600.000 visitantes de todo el mundo. Accesible en teleférico, vehículo, a pie o vía ferrata, este complejo fortificado se construyó para defender Grenoble de un enemigo potencial que vendría de la Chartreuse. Desde la cima, descubra un panorama impresionante, de día y de noche.

Rehabilitada entre 1991 y 1995 y abierto al público, la Fortaleza del Saint-Eynard offrece una bonita vista sobre la Cordillera de Belledonne, el valle del Grésivaudan y la ciudad de Grenoble. Una exposición permanente enseñale sobre la vida de las tropas en los antiguos tiempos.La evolución tecnológica de la artillería durante el siglo XIX obligó a las autoridades militares a revisar el sistema defensivo a escala nacional. A partir de entonces, la defensa del territorio se organizó en torno a una serie de fuertes separados que cruzaban su fuego. La defensa de Grenoble, vinculada también a la creación del nuevo reino de Italia en 1861, estaba asegurada por los fuertes de Saint-Eynard, Bourcet, Quatre-Seigneurs, Montavie, Mûrier y Comboire, a los que se añadieron algunas baterías de artillería como la de Quichat o la de Néron. El fuerte de Saint-Eynard controlaba los caminos que cruzaban la Chartreuse, gracias a 25 piezas de artillería y una guarnición de 477 hombres.

El público está invitado a descubrir la historia de los soldados de montaña desde su creación hasta nuestros días.Reconstrucciones de impactantes escenarios, como una trinchera de la Gran Guerra, decorados, luces y sonidos, uniformes, objetos... recrean la experiencia de quienes fueron apodados "Los Diablos Azules" por sus adversarios durante la Primera Guerra Mundial. Integrado en el recinto histórico de la Bastilla, el Museo de las Tropas de Montaña se dirige a un público amplio. En un marco privilegiado, en el corazón de la fortaleza, el museo presenta a los visitantes un espacio único en Francia que combina el hombre y la montaña. La visita al museo es una prolongación natural de la visita al recinto de la Bastilla. Dominado 200 metros más arriba por el monumento dedicado a los soldados de montaña, este museo es también un recordatorio de que la historia de la Bastilla y de Grenoble está estrechamente ligada a la de las tropas de montaña. El recorrido Con su innovadora museografía, el museo propone a los visitantes un atractivo recorrido por la historia de las tropas de montaña, desde sus orígenes hasta nuestros días. Una audioguía multilingüe le contará toda la aventura humana de las tropas alpinas. Una escenografía espectacular y realista sumerge totalmente al visitante en la historia épica de estos soldados, con reconstrucciones a escala real de escenas conmovedoras como una trinchera de la Primera Guerra Mundial o una sala de la Línea Maginot.