Recorre el encantador pueblo de Gruson, un lugar a menudo llamado la "Pequeña Suiza del Norte" debido a sus paisajes montañosos que reflejan la serena ambienca del campo suizo. Este encantador destino alberga historias que se remontan al emperador Carlomagno, infundiendo un atractivo histórico en sus venas agrícolas. Mientras te adentras en este viaje creado por Seclin Mélantois Tourisme, permítete dejarte llevar por el tiempo mientras te sumerges en la simplicidad y belleza de este notable pueblo. No es solo un paseo; es una narrativa tejida con cada paso, prometiendo una escapada serena en los brazos de la naturaleza.
El camino a pie por Gruson abarca una distancia de aproximadamente 2.93 kilómetros, con un cambio mínimo de elevación que oscila entre 47 metros en su punto más alto y 30 metros en su punto más bajo. La ruta cuenta con un aumento acumulativo de elevación positiva de 28 metros, lo que la convierte en una excursión ideal y manejable para personas de todos los niveles de condición física. Esta mezcla equilibrada de distancia y elevación garantiza un paseo tranquilo pero revitalizante, adecuado para aquellos que desean disfrutar del aire libre sin la tensión de una caminata rigurosa.
Para aquellos que planean visitar Gruson, cada estación ofrece su encanto único. En primavera, la flora en crecimiento y las temperaturas suaves crean condiciones ideales para caminar. El verano brilla con vitalidad, aunque es recomendable llevar agua y protección solar. El otoño envuelve al pueblo en un caleidoscopio de colores, perfecto para entusiastas de la fotografía. El invierno, aunque más frío, presenta el paisaje en una serena belleza helada. Independientemente de la temporada, se recomienda calzado resistente y siempre consultar el pronóstico del tiempo con antelación para garantizar una experiencia agradable. Respeta el entorno local, mantente en los senderos señalizados para preservar la tranquilidad de Gruson.
Gruson, enclavado en el corazón de la región de Hauts-de-France en Francia, presume un rico tapiz de significado histórico y cultural. Sus raíces se remontan a la era de Carlomagno, sentando los cimientos que dan forma a la identidad del pueblo incluso en la actualidad. Más allá de su belleza escénica, el estilo de vida centrado en la agricultura de Gruson hace eco de siglos de tradición, ofreciendo una visión de la vida pastoral que ha sustentado esta comunidad a lo largo del tiempo. La fundación de la cercana Abadía de Saint Calixte destaca la profundidad espiritual e histórica del área, añadiendo capas a la narrativa que los visitantes pueden explorar y apreciar.
El clima en Gruson es templado, con veranos suaves e inviernos frescos. Las lluvias se distribuyen de manera equitativa a lo largo del año, lo que hace que sea un destino que se puede disfrutar en todas las estaciones. Sin embargo, los mejores momentos para visitar serían a finales de primavera y principios de otoño, cuando las temperaturas son más cómodas y la probabilidad de precipitación es relativamente baja. Esta ventana de tiempo permite a los visitantes apreciar plenamente la belleza al aire libre del pueblo, desde sus paisajes verdes en primavera hasta los tonos cálidos del otoño. Siempre verifica los pronósticos del tiempo más recientes antes de tu viaje para asegurar condiciones óptimas para tu aventura.
2.9 km
|
max. 47 m
min. 30 m
8 m
| ||||||
Estilos : PaseoDescubrimiento Públicos : FamiliaAdolescentesCiclistasEscuela Temas : CulturalPatrimonio |
Au carrefour, on s'étonne au calvaire de la représentation sculptée si poignante du Christ. On rapporte qu'un ivrogne ayant moqué le travail de l'artiste amateur, serait mort peu de temps après dans d'atroces douleurs aux genoux.
Au carrefour des rues Neuves et du Château, un calvaire singulier du XIVème siècle, apparaît derrière un treillis. Haut de 1.50 mètre, cette pierre sculptée en un seul bloc est de facture assez naïve et appartenait au tombeau d'un seigneur ayant combattu aux côtés du roi Jean le Bon (1350-1364); il s'agirait de Jacques de Lallaing. On admire ici le travail du sculpteur dans les grès et l'effet qu'il donne : une impression de vent qui souffle.
Cachée dans un nid de verdure, le fronton de sa porte cochère porte la date de l'an 1760, signe d'un acte de restauration ayant été pratiqué. Le colombier situé au milieu de la cour est plus ancien (1688). La bergerie et la grange furent construites plus tard respectivement en 1764 et 1767. La famille Despatures qui s'y établit en 1825 est originaire de Marcq-en-Baroeul. Cette "cense" au carré vit la naissance d'un évêque missionnaire : Maurice-Benoit Despatures reçut comme sacerdoce : l'évêché de Mysore en Hindoustan, un vaste état indien peuplé de près de 6 millions de personnes.
Pour information, le chemin pavé sur votre droite donne plus loin sur l'un des hauts lieux du cyclisme : le fameux café du Carrefour de l'Arbre. La légende dit qu'y passer en tête lors de la course du Paris-Roubaix, c'est être le vainqueur de l'épreuve.
Si le clocher de 1780 fut conservé, l’édifice fut complétement reconstruit à l’initiative de Ludger Honorez, alors nouveau curé de la paroisse en 1877. C’est l’architecte roubaisien Paul Destombes (18501919) qui en réalisa les plans ; on lui doit également la maison du peintre nordiste, Remy Cogghe à Roubaix ou l’église Saint-Vincent-de-Paul de Wattrelos. Les premiers travaux commencèrent le 9 Mai 1881 et la première pierre fut bénie le 7 août. C’est un entrepreneur de Bouvines, Henri Thisse qui réalisa les travaux. Ce dernier fut également choisi pour la reconstruction de la célèbre église Saint Pierre de Bouvines. De style « roman », dans un intérieur dépouillé, on admire au fond du transept gauche un superbe baptistère. On notera une statue de Saint Gangon ou Gengoult, le saint patron des « mal-mariés » ou des « cocus ». L’histoire rapporte qu’il mourut assassiné par l’amant de sa femme suite à un miracle prouvant l’adultère.