Circuit cyclo sportif Contre la montre - Tour de France 1998

Situado al pie de los montes Monédières y rodeado de bosques, este encantador pueblecito goza de un entorno natural excepcional y de cierta tranquilidad en el corazón de Corrèze. Los numerosos miradores y paseos de los alrededores, las casas antiguas y las deliciosas especialidades locales hacen de él un lugar encantador.

En el corazón de una exuberante campiña, podrá descubrir este pequeño pueblo cuya "originalidad religiosa" puede sorprenderle. A dos pasos de la iglesia hay un templo protestante

Al pie del macizo de los Monédières, un vasto circo excavado en la roca granítica marca el límite entre la meseta y la montaña. El circo de los Freysselines es un verdadero santuario de los páramos: brezos, helechos, retamas, arándanos y frambuesas forman un corazón vegetal de una rara diversidad. Entrada gratuita.

Situado a 908 metros de altitud, el mirador de Suc au May ofrece una magnífica vista panorámica de los montes Lemosinos y de la meseta de Millevaches. El macizo de Monédières forma una serie de protuberancias y depresiones poco profundas con fondos planos. Cuando hace buen tiempo, se puede admirar el relieve de Auvernia: Monts Dôme, Monts Dore y Monts du Cantal.

El río Corrèze dio su nombre a esta pequeña y encantadora ciudad, así como al departamento. Antigua ciudad fortificada con tejados de pizarra, data del siglo IX. Conserva los restos de sus murallas, que fueron atacadas por última vez en el siglo XVI. Atrévase a cruzar la emblemática Porte Margot y descubra hoteles nobles, casas fortificadas y torres de vigilancia. Debajo del pueblo, descubrirá la pequeña capilla Notre Dame du Pont du Salut, un lugar notable, construido a orillas del Corrèze.

Para hacer una parada en las Monédières, Josette les acoge en su posada familiar como si fueran sus huéspedes. Disfrute de su cocina regional: el menú incluye una sopa de verduras, un entrante, un plato principal, queso, postre y café.