Si Carballo fuese el centro de un triángulo imaginario entre A Coruña, Compostela y A Costa da Morte, este donde te encuentras sería el punto exacto donde se cruzan los caminos hacia estos tres vértices.
Conocido en la República como Plaza de la Libertad, en la dictadura como plaza del Generalísimo y ahora como Plaza de Galicia, este es uno de los centros neurálgicos del pueblo. Décadas atrás fue el lugar donde se celebraba la feria, hasta que finalmente se trasladó a la plaza del Ayuntamiento.
El crucero de líneas contemporáneas que en ella se alza, del 1982, está dedicado a uno de nuestros carballeses más ilustres, el regionalista Alfredo Brañas. Lo elaboraron las manos de un reconocido escultor gallego, Buciños.
Más antigua es la fuente de cuatro cañerías. A ella acudían las y los carballeses hasta mediados del siglo pasado, en años en los que en las viviendas del pueblo aún no había agua corriente.