Este que fue en el pasado lugar de prisión tiene hoy en día sus puertas abiertas para darnos a conocer la comarca. El edificio, construido en 1855 como cárcel del partido judicial, fue rehabilitado hace unos años por el conocido arquitecto gallego Manuel Gallego Jorreto y comenzó una nueva vida en 2002 como Museo de Bergantiños. Las dependencias también albergan en la actualidad la Oficina de Información Turística.
Las habitaciones que antes eran celdas nos hablan ahora de la identidad bergantiñana: sus costumbres, sus tradiciones, su geografía e historia. En ellas podrás conocer más sobre nuestro paisaje, nuestra tradición agrícola, el pan, que es nuestro producto estrella, o sobre el pasado y las figuras ilustres de Carballo, y encontrarás incluso un lar tradicional. En el patio central, varios paneles nos hablan de la antigua línea de trolebuses Carballo-A Coruña, el primer trayecto de carretera que se electrificó en España.