El lastre es un conjunto de materiales pesados estibados en el fondo de una embarcación para hacer bajar el centro de gravedad y aumentar así la estabilidad.
Cuando el pailebote se llamaba Carmen Flores (1919-1929), no solía llevar un lastre fijo, y la carga ya cumplía esta función; aunque si era necesario, se embarcaban sacos de arena y/o de piedras, y las leyendas marineras dicen que cuando se cargaban, parte de este lastre de piedras era lanzado a los puertos, ayudando a construir así los diques.
Cuando el Museo Marítimo restauró el barco y lo devolvió al agua, el año 2000, se lastró con sacos de arena; más tarde, se substituyeron por lingotes de hierro que pesaban 47.490 kg y que permitían ganar espacio. Actualmente, se han mezclado estos lingotes con hormigón, para evitar que se muevan y desplacen este peso.