Como se puede deducir por el topónimo de la población, su origen está ligado a la existencia de manantiales de agua, tan valorados por los antiguos pobladores a la hora de establecerse en un lugar.
Su origen se remonta al siglo VII a.C. y su emplazamiento estaba ubicado al Sudoeste del municipio actual, en lo que hoy se conoce como el cerro de los Villares, donde se encuentra la ciudad ibérica de KELIN.