Sobre todos los monumentos históricos de la villa destaca este convento con ocho siglos de historia, mezcla de diversos estilos ya que su construcción se alargó durante cientos de años gracias en buena parte al mecenazgo. Se encuentra al pie del Camino y hoy en día ofrece algunas de sus estancias a los peregrinos, que llevan siglos admirando su fachada de estilo plateresco y su luminoso claustro gótico.