Fue a principios del siglo XX cuando Antonio Palacios llevó a cabo esta obra que hoy encontramos en su localidad natal. Hablamos de la puerta de acceso al metro en la Gran Vía madrileña, todo un simbolo de su arquitectura.
Desde los años 70 podemos disfrutar de esta hermos aconstrucción que estuvo a punto de ser derruida durante los años 70 ya que había perdido funcionalidad. Una fuerte campaña de protesta permitió conservarla y fue traida hasta este emplazamiento.
Aunque no se conserva con sus primitivas formas, sigue conservando su esbelta composición en granito, una vez más como tantas otras obras suyas.
A pocos metros de aquí descansan los restos del genial arquitecto, en el cementerio municipal, orgullo de todos los ciudadanos porriñeses, por el gran cariño que este siempre guardo hacia su pueblo.